Conocer el funcionamiento de la agricultura orgánica y su increíble aporte al ecosistema patagónico, así como inspirar tu espíritu ecológico en medio de las más suculentas hierbas, frutas y verduras es posible en una visita a la huerta orgánica de Hotel Las Torres en la Patagonia.
Una de las enseñanzas que ha dejado la pandemia es la importancia de valorar mucho más los espacios naturales de nuestro país. Por esta razón, en este renacer de los viajes, una maravilla como el Parque Nacional Torres del Paine tiene mucho que aportar. Y si a ello le sumamos la posibilidad de conocer cómo se producen los alimentos que consumimos mientras aportamos al cuidado del medio ambiente, la experiencia es aún más completa.
Esto es posible en la huerta orgánica de Hotel Las Torres Patagonia, un espacio de alrededor de media hectárea que a fuerza de trabajo y conocimiento se ha convertido en una de las huertas orgánicas más grandes de la zona austral. Y también en un atractivo turístico que bien vale la pena conocer para entender las prácticas regenerativas que se están usando y su efecto positivo en el ambiente patagónico.
A diferencia de la agricultura tradicional, la orgánica no recurre a pesticidas ni a abonos químicos. Todo el proceso de producción de los alimentos se hace con elementos naturales y una cuidadosa planificación y rotación del suelo con miras a evitar su deterioro y mantenerlo fértil para futuros cultivos.
Con estos principios, y mucho amor por parte de los encargados, se ha mantenido desde hace 30 años la huerta orgánica de nuestro Hotel Las Torres. Allí, los cultivos se nutren de residuos vegetales y de alimentos, en un proceso biointensivo que es ejemplo de sustentabilidad.
“Es volver a incorporar la vida al suelo” nos cuenta Francesca Watts, profesional en Ciencias Naturales y encargada de este maravilloso lugar en Las Torres Patagonia. “En un pequeño espacio producimos varios cultivos con una alta calidad nutricional y sin generar un impacto negativo en el medio ambiente”.
Es un trabajo bello y apasionante pero no menos arduo y constante. Hoy, la huerta orgánica genera 30 variedades de alimentos –entre hierbas, frutas y verduras– en el fresco, pero intenso, entorno en Torres del Paine.
“Todo lo que es vivo se deja vivo”, es un lema de la huerta. Si hay insectos que atacan el tomate, los voluntarios posicionan una yerba aromática como la albahaca que los atrae evitando atacarlos con pesticidas. Este delicado equilibrio vital le permite al Hotel Las Torres Patagonia, ofrecer a los comensales del restaurante Coirón y Bar Pionero alimentos frescos y libres de químicos.
Así, muchos de los ingredientes servidos en el hotel provienen directamente de la huerta orgánica. Aproximadamente 60% de las verduras y frutas consumidas en el hotel vienen de la huerta y es que, aunque su origen fue inicialmente familiar, con los años la huerta empezó a surtir el bar y la cocina del hotel, así como refugios de montaña y el casino personal.
Entre las frutas que se produce encontramos frutillas, frambuesas, zarzaparrilla, grosellas y cerezas, mientras que las verduras y yerbas más cultivadas son la lechuga, tomate cherry, cilantro, ciboulette, zapallo italiano, rabanitos, rúcula, mostaza, zanahorias, ajo, perejil, salvia, orégano, y tomillo; además de variedades no muy comunes en la Patagonia como chalota, mizuna, y kale.
Además, todos los meses se recolectan kilos de residuos orgánicos que vuelven nuevamente a la tierra. En un año, por ejemplo, llegaron a cultivar 4.250 kilos de alimentos y generar 13 toneladas de compostaje.
¡Y qué decir de los hongos! Entre las variedades que se encuentran cerca de la huerta está el segundo hongo más cotizado a nivel mundial llamado morchela, crece principalmente en primavera, es una clase de hongo muy valorado en los más distinguidos restaurantes, cautivando paladares por su intenso sabor. Conscientes de su explotación indiscriminada, los administradores de la huerta trabajaron con Fungi Fundation logrando así, cosecharlo de manera más sustentable para no agotar su especie.
Además de los alimentos que crecen en el entorno, el suelo de Torres del Paine no deja de brindar sorpresas. Muy cerca de la huerta, la naturaleza tenía preparada una manifestación muy especial con la germinación inesperada de un árbol de Damasco, casi al inicio de la construcción del hotel.
Así lo relata, la Sra. Liliana Kusanovic, dueña del Hotel Las Torres, en una historia que se remonta a los primeros años de la década de los noventa, cuando sus padres se habían dado a la tarea de ornamentar la edificación con plantas. Para esa época la familia se sentaba en un banco a conversar, respirar aire fresco y, ocasionalmente, a degustar duraznos, manzanas y damascos provenientes de otras regiones de Chile.
Y así, contra todos los pronósticos, en vez del arbusto de Notro que buscaban hacer crecer sus padres, lo que germinó en el caprichoso suelo patagónico fue un árbol de Damasco, emanado de los cuescos que se arrojaban al pasto durante las tertulias al aire libre. “No sabíamos lo que era hasta que dio sus primeros frutos. Ha sido un regalo del buen clima, una linda sorpresa que nos regaló el Paine”, rememora con mucha emoción doña Liliana.
Si quieres conocer más a fondo el árbol de Damasco y la huerta orgánica de Hotel Las Torres te invitamos a tomar nuestro tour guiado. El recorrido puede comenzar en la mañana o durante la tarde, como prefieras. La salida es desde la recepción del Hotel y se debe reservar previamente. ¡Te esperamos!
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